lunes, 2 de mayo de 2011

En un café.


En un café, ella escribe siempre,
todo lo que siente…
Con una taza a su lado,
y esencia a clavel en sus manos,
en un café, ella figura al corazón,
como un joyero musical,
que guarda notas de amor y de razón,
y guarda emociones sin final…
Ella constantemente esta en aquel café,
escribiendo y apreciando el aroma 
de aquel clavel,
que seco sigue poseyendo el perfume del amor,
el auténtico y sublime que le robo el corazón.
En aquel café ella se encuentra escribiendo,
con el propio perfume aroma a miel,
que llevaba puesto en aquel encuentro,
tiene aquel clavel… aquel sello de el.
ella caminaba como en puntas de pie,
quizás no pretendía hacer eco y así no despertar,
de aquel sueño tan quimérico e irreal.
y solitaria se ocultó en el centro del mundo,
o la calle Corrientes, el espacio de su cuento,
donde nada era tonalidad gris ni existía el silencio,
ella vivía escribiendo en aquel café…
Ella esta soñando de nuevo con el,
y en su mirada brillan los ojos,
con los cuales se topó aquella tarde de otoño…
Miren todos… ellos solos… pueden con todo,
mas que la luz, mas que la noche
y más que lo que diga la boca del hombre,
Sospechaban que no importaba nada más…
Cuando el llegaba a encontrarla de nuevo en la calle La Paz




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