viernes, 27 de mayo de 2011

No quiero perder sentimientos bordados con hilos de amistad. Quiero vivir. Quiero llorar. Quiero reír. Conseguí la clave de la felicidad.


Hay veces en las que no nos damos cuenta de muchísimas cosas, como la vida, la existencia, vivir no es lo mismo que existir, existir es no ser, siendo infeliz, vivir es existir demostrando que la vida aunque nos deje caer, nos da la posibilidad de levantarnos. El hecho de ser feliz, y de buscar la felicidad es afrontar la vida, y para afrontar la vida no es necesario entenderla mucho,  si no saber llevarla. Uno aprende a llevar la vida cuando se da cuenta de que en la vida cotidiana la rutina es… Caer… HACERSE MIERD* y levantarse, para lo ultimo uno puede tener la fuerza de levantarse, pero si no tiene las ganas no sirve de nada. Tenemos que darnos cuenta de que solo nosotros podemos moldear nuestra vida, y levantar treinta veces si nos caemos veinte, demostrando de que uno no es un inútil que se deja en el suelo para que lo pisen, solo por temor a volver a caer. 
La vida nos tira, nos hunde, nos da miedo, nos alegra, nos da felicidad, nos creas una historia a la que no conocemos el final, nos quita sufrimiento mientras nos va creando uno nuevo. POR ESO ES VIDA. Porque si todo fuera hermoso y predecible, no tendría sentido, yo prefiero que la vida me obligue a llorar, a sonreír por algo monótono y completamente predecible, si la vida fuera hermosa SIEMPRE, si no tuviera problemas, si no nos creara tristezas, no seria divertida, no existiría la esperanza, ni el coraje, ni las ganas de seguir, no habría poetas. La única forma que tenemos de saber que todo puede ser mejor, es pasando por algo que no esperamos, quizás algo que no queramos recordar en el futuro, pero que ahí quedo, escrito, guardado en nuestro cofrecito de los recuerdos, y creado por el destino. Sin la tristeza no podríamos saber que se siente ser feliz.


No hay comentarios: