martes, 12 de julio de 2011

Ella y El.


Ella sonrío tímidamente ya casi sin aire, pensó que su corazón explotaría en aquel momento, el tomo la mano de la pequeña con una de sus manos, y con la otra acaricio su mejilla, mientras y suavemente, beso su mentón, susurro dos palabras y la miro a los ojos dejando a la pequeña sin habla, como siempre lo había hecho. Ella se abandono suavemente en los brazos de aquel muchacho, ese muchacho, el joven, ese mismo, que se había ocupado de enamorar a aquella pequeña niña, aquel que se había ocupado de que sus ojos de niña ahora miraran como mujer, sin haber perdido esa ternura infinita. La pequeña se encontraba con la presión del mundo sobre su pecho, y al mismo tiempo sentía volar, por el solo hecho de sentirse amada, por aquel ser, que ella tanto admiraba.
-Ojala nunca te canses de mi. Dijo suave y dulcemente la niña, que enamorada, ya no deseaba nada más que estar al lado del joven.
-No lo esperes, no tengas miedo de eso, no pasara. Al término de la frase la beso largamente bajo aquel cielo eterno. Uniendo dos almas enamoradas, que ya no se podrían separar…



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