domingo, 15 de abril de 2012

Seguir

Hay momentos en los cuales ya no queremos seguir, no por el hecho de que no podamos, sino porque ya no sentimos esa fuerza que teníamos para hacerlo. Nos levantamos un día con la misma razón caprichosa de siempre y descubrimos que ese sueño es lo único que nos acompaña, encerrados dentro de una cárcel con las puertas abiertas, esa que alguna vez fue nuestra vida...y recordamos, recuerdos, imagenes, ilusiones... Y seguimos, a penas, caminando atentos a que nadie nos quite aquel maquillaje que usamos cuando nos dibujamos una sonrisa. Mintiendo, afirmando que no nos da miedo vivir y gritando al mundo que no tememos de caminar solos en este camino de espinas que por el momento nos toco. 
Y con el tiempo ya no somos nosotros, con el tiempo las espinas de las rosas de aquella caprichosa ilusión nos pertrechan el corazón, y ya no somos quien eramos.
Y sufrimos.
Y lloramos.
Y seguimos... 
Algunas personas deberíamos aprender a decir adiós, saber que todos abandonamos y a todos nos abandonan en algún momento. Siempre vamos a perder y siempre nos vamos a ir, vamos a levantarnos, vamos a desear seguir jugando a la ruleta rusa de los sueños, y en algún momento, vamos a ganar. 
Una sonrisa. Un amor. Una lágrima. Un poco de compresion.
Y si aun así, no logramos adaptarnos al entorno, es porque quizá es lo mas sano que podemos hacer en una sociedad profundamente a la deriva. Y en algún momento, vamos a aprender que en la vida las personas siempre vienen y las personas siempre se van. Después de todo... Nosotros también nos fuimos alguna vez.



No hay comentarios: