Vanas miradas abatiéndose,
Esperando tus ojos.
-No dicen nada esta vez.-
-Y cae-
Rueda al fondo de tu recelo una mirada
vacía.
-Sagaz mirada quebrándose en agudos gajos… -
No podré sembrar tu confianza…
-Lo sé. Lo sé…-
Te asfixio en preguntas mudas,
-Ahogando mis reproches malheridos muy dentro-
Mientras busco la manera de interpretar tus
respuestas sordas.
Mis ojos llovidos,
repletos íntegramente de vos.
No he podido hasta hoy desentrañar tus
sombras,
-Y mi mente esta llena de huéspedes-
Cada amanecer así me confine,
así me sienta vacía.
-Siempre están ahí-
Y no lo quiero.
Mi voz se quiebra –ya no logro modular palabra.-
mis palabras te esperan.
El cielo parece tan reducido ahora…
Fue cuestión de un respiro,
-y aquella mirada girando hacia
mí.-
Un par de pupilas escapando a tu cielo,
encontrándote impulsivamente una vez más.
Y dos almas enternecidas se acoplan.
-Sonriéndose a la vez.-
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